POR SOÑAR CON YGRITT

1-

No sabes nada, dice Ygritt (la colorada de Juego de Tronos), pero extrañamente te crees más inteligente; más civilizado que todos nosotros, y no sabes nada de nada porque no has visto nada aún. 
Nunca cruzaste el mar de noche, nunca te ahogaste de pequeño, nunca quisiste entender. 
No quisiste mirar, no quisiste saber. 

2-

Somos los lobos en celo, los hambrientos, los mal vestidos.

No tenemos grandes sueños. Solo comer una  vez al día. 

Tan brutal es tu legislación que nos conviertes en delicuentes por el solo hecho de respirar.

Los cuervos como vos, nos queman, nos persiguen. 

Levantan muros tan altos para no vernos y así vivir sus vidas de mentiras encapsuladas.

Somos los fantasmas que perturban el sueño, la cosa a tapar. 

Somos la escoria de tu mundo.

Ustedes viven sus vidas a costas de las nuestras; sus hijos ríen mientras los nuestros agonizan. 

Sus mujeres se perfuman mientras las nuestras son ultrajadas. 

3-

Cuando tu asombro de turista  no puede creer el dolor q tu mundo desparrama sobre los míos, cuando tus naves de muerte pasean por nuestros campos...es ahi en ese instante en que no tienes justificativo, es en ese instante en el que la verdad te escupe la ingenuidad en la que vives, y es en ese preciso segundo y no en otro, en el  que te arrancaría el corazón. 

Porque cuando  tu conciencia comienza a despertar, la mía languidece. 

Cuando tu miopía te da un respiro mis ojos ya están ciegos de sangre, humo y destrucción... 

casí todo esto lo piensa Ygritt y millones de sirios, palestinos, libios, sudaneses y afganos y colombianos y mexicanos, y demás humanos.  

Los que son expulsados de su tierra por las guerras de hoy día,  tienen mucho que perder, aunque ya lo hayan perdido casi todo.

Cuando el mundo te deja desamparado y te roba también lo que amas, ese mundo no es mundo. es una zanja de sangre, un infierno pariéndose en cada pestañeo.

4-

Y si llegará a pasar, que de repente aparecieran niños muertos sobre las playas, y a otros niños  y niñas a lo ancho del planeta los usaran para cualquier cosa, si de repente eso llegará a ocurrir y todo continuara normalmente, es probable que nos diésemos cuenta, tarde, que nuestros pies llevan sumergiéndonos en mierda de la buena, hace un largo, largo tiempo.

Preocupándonos por cuestiones por las que las Ygritts que me hablan en los sueños y los refugiados que me hablan en la pesadilla de esta realidad, nos cortarían al medio, bien por ignorarlos, o bien por ser cómplices de tanta basura.

5-

Puede que un dia de estos el océano se llene de cadáveres y un ejercito de muertos nos presente batalla, cuando eso ocurra va a ser demasiado tarde para que los que manejan las finanzas, hacen las guerras y justifican a los estados, puedan esgrimir excusas sobre aquello que solo tiene una explicación posible: Capitalismo.Ni afiebrado, ni salvaje, capitalismo a secas.

Los que se ahogan en medio del mar o a orillas de la democrática Europa y la Ygritt que me habla en sueños lo tienen bien claro.

Vivir pisoteado te da derecho a la rabia y a un poquitito más también.  Acá, en Jujuy, Londres o Manila. 

LA NEVADA MORTAL

Cuando alguna de estas noches caiga la nevada mortal ojalá los amigos estén bien cerca. 

Mirar a través de los cuadraditos del Eternauta es mirar por una ventana que da al pasado y al futuro al mismo tiempo, ni màs ni menos.
Cuando caiga la nevada mortal quisiera entrelazar tu mano en la mía.

Juan Salvo no es Superman ni tiene superpoderes, Juan Salvo es un tipo que se hace enorme a medida que la soledad lo va inundando casí todo.

Juan deambula rabioso de asombro y tristeza por paisajes apocalípticos, anhela que en algún rincón del mundo existan otros, que al igual que sus amigos y él, estén resistiendo la invasión.

Para Juan, vencer es vivir; pero Juan no busca exclusivamente salvar su culo, ni siquiera el de sus más cercanos; Juan busca, aun cuando todo pareciera carecer de sentido, una excusa colectiva para no sentir que el destino de la especie sea la nada misma.

Colonizados, capturados, torturados y transformados en Hombres-Robots serviles a los invasores; ese no puede ser nuestro futuro. Claro que no.
Cuando caiga la nevada mortal, quisiera que todas las caras tengan tus ojos, al menos, por un segundo. 
El Eternauta viaja perdido en el tiempo, y bien sabe que la batalla es enorme.

Su dolor, su entrega, su fortaleza ante la adversidad y su amor por la familia lo hacen traspasar el mundo del papel y la tinta.

De todos los cuadraditos que componen dicha novela gráfica (así le llama ahora a las historietas) hay unos, en particular, que condensan una verdad demoledora; precisamente aquellos cuadraditos en los que se narra el instante en el que una persona transforma su existencia para siempre. Y eso ocurre cuando Juan se pone la escafandra y su buzo hermético y decide salir de la casa; salir de la seguridad de su casa y enfrentrarse a la nevada mortal (a veces pasa, eso de que uno sabe que cierto preciso instante y no otro, es el que lo terminará arrojando a ya no ser, nunca, jamás, el que ha sido)

Cuando Juan se viste por primera vez de Eternauta, está avisando de alguna manera que por más poderoso que sea el enemigo a enfrentar, por màs letal que pueda parecer el arsenal del invasor, si es que uno se desafia a uno mismo, si es que uno vence el miedo paralizante, si es que uno cree en uno primero, para así, luego, poder creer en los demás, entonces, uno está avisando que tiene cuerda. Està avisando que no hay nevada mortal capaz de deternerlo.
Devastación, crueldad, muerte a granel, soledad, ciudades sitiadas, y también amistad, amor supremo y lucha. 
Cuando caiga la nevada mortal tendremos que ser un ejercito tierno disparando contra la bestialidad, seremos, mal que nos pese, la única esperanza. El último tiro, la única bala en la cartuchera de la humanidad.
Cuando caiga la nevada mortal, sé que vamos a estar juntos, pintando con saliva y sangre en las paredes rotas de una ciudad arruinada: "Luchar, no hasta morir, Luchar hasta vencer."

ARDE LONDRES

Bs As arde, el verano explota, veo piernas mal depiladas, escotes sin ganas de firmar ninguna paz y jacarandaes en pleno estallido hormonal. Es noche, en la patria de los descarrilados siempre es noche.
Arde el asfalto, el metal, la madera y el aire, pero por sobre todo arde esta distancia pancrasia q se interpuso entre los dos. Arde este vacio q imitando a un agujero negro con gusto a alzheimer va devorándose todo aquello q toca.
"Cuestiones acerca del Olvido y su larga mecha". Un olvido tenso como un hilo tirante y subterráneo q incluso atraviesa el manto del subsuelo submarino y nos conecta desconectándonos.
Arde Londres, ciudad prolija y emblemática la cual me irritó tremendamente. En cambio, a vos, a la luz de los acontecimientos, se ve q te encantó, te sedujo y te compró el alma.
Vos decidiste quedarte y conquistar algo de estilo británico para tus estudios de Lady egoista. Por mi parte, regresé a Buenos Aires.
Me gusta "no dormir" bajo los cielos del sur; "no dormir" en europa tiene sabor a nada al cubo, las ciudades se apagan a horas muy tempranas.
Yo volví, vos no. Vos dormis, yo no. Ha pasado un largo pasado y poco a poco nos fuimos quedando sin noticias de los dos. Es más, sino fuese por la tele hubiera seguido sin necesidad de revisar en los expedientes secretos de mi insomne estado emocional. Arde Londres: más precisamente una zona del gran parque Richmond,  ahí fue donde te dije muy molesto por tu nueva falsa identidad, eso de que la Reina y el Principe son dos grandes soretes q como todas las realezas del mundo deberían desaparecer, y vos medio en broma medio en serio me espetaste q nadie me obligaba a estar allí, - una sútil manera de sacarme de encima -, después estallaste con eso de q sólo un arrogante podia estar en semejante ciudad  y no apreciar el valor cultural q nos rodeaba; te retruqé q los punks, tim roth, los libros de Dickens, me caían muy bien, pero a riesgo de parecerte peronista te repetí aquello de q la cultura británica, fue, es y será la cultura del choreo, del piraterismo a toda escala.
Me dijiste q parecia peronista. Te dije chupame un huevo.  Una pena. Fue la última tarde q compartimos. Luego tomé el metro y fui a un bar en Whitechapel, el único barrio de Londres q merece cierto respeto. Jugando el papel de chico malo y abandonado, me acomodé en la barra y pedi una ginebra mientras tarareaba la canción de SUMO. No volvimos a hablarnos, yo terminé vomitando a lo perro y viaje abrazado a mi resaca todo el vuelo de regreso. Un desastre.
No me digas q le estás escribiendo a Lady Garca? el fantasma del capitán Vodka se rie mientras ofrece un trago q definitivamente voy a rechazar. Nunca ha sido un gran negocio el andar mezclando alcohol con soledad; no lo ha sido, ni acá ni el país más colonialista de la historia.